Con metralletas y todo, en su momento el actor venezolano Edgar Ramírez vivió en primera persona uno momento de angustia: un secuestro.
Por unas tres horas, estuvo cautivo. "Luego, me dejaron ir. Afortunadamente, lo que sucedió fue que dijeron: No, este tipo es demasiado grande para que podamos esconderlo, así que dejémoslo ir”.
Ante el estado de shock de Nicole Kidman, quien le entrevistó para el magazine Interview, el criollo continuó contando sin problemas, y con sentimiento, su terrible experiencia:
“Lo peor de ser secuestrado no es la violencia ni el miedo a que lo maten, es la soberbia. La suposición de que tu vida les pertenece, que a partir de ese momento no estás a cargo de tus propias decisiones. Que tu vida no te pertenece. Por eso no doy nada por sentado. Siendo actor, vivimos mucha vida. Estamos recopilando muchas experiencias en el menor tiempo posible”.
La infancia de Edgar Ramírez, marcada por la violencia
El artista habló también sobre su niñez y cómo vivió la violencia en la ciudad de Bogotá, durante la era de narcotráfico y terrorismo del capo, Pablo Escobar:
“Esa es la razón por la que no he podido interpretar a un capo de la droga a pesar de las innumerables ofertas que he recibido. No es una razón política. Por supuesto, hay algo artístico que descubrir en personajes como ese, y tengo amigos que los interpretaron maravillosamente. Pero para mí, es muy personal. El mejor amigo de mi padre fue asesinado por Pablo Escobar”.
Relató que "Mi hermana y yo recibíamos amenazas de bomba todos los meses. Si me muero hoy, no podré volver por la tarde y almorzar con ella. Ese era mi miedo”, admitió. Además, se destapó a conversar acerca de su trayectoria en la actuación y que piensa trabajar una vez más con la actriz Penélope Cruz.
“Está es de lejos una de las conversaciones más íntimas que he tenido en mi vida. Gracias Nicole Kidman por tu calidez, tu gracia, tu sensibilidad…y por hacerme sentir seguro y amado, siempre. Tengo tanta suerte de tenerte en mi mundo”.