Un niño se convirtió en el noveno fallecido del festival Astroworld, concierto que sumió la presentación de Travis Scott en una verdadera tragedia.
Según el abogado de la familia Blount, su hijo Ezra, de tan solo nueve años, se convirtió en la víctima más joven del accidente que dejó además una veintena de lesionados.
El infante se encontraba en coma inducido y con sistema de soporte vital. No obstante, los esfuerzos no fueron suficientes para salvarlo del traumatismo cerebral, hepático y renal que le provocó la estampida.
El representante alegó que "la familia está llorando la incomprensible pérdida del niño. Este no debería haber sido el resultado de asistir al concierto, pues debió ser una celebración alegre. La muerte de Ezra es absolutamente desgarradora".
"Me entristece saber de la muerte de Ezra esta noche", escribió. "Nuestra ciudad esta noche ora por su mamá, papá, abuelos, otros miembros de la familia y compañeros de clase en este momento. Necesitarán todo nuestro apoyo en los meses y años venideros. Que Dios les dé fuerzas. RIP Ezra", resaltó People.
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De acuerdo con medios locales, el incidente ocurrió luego de que los fanáticos de Scott iniciaron una estampida tras moverse frenéticamente hacia el escenario.
Un centenar de personas reclamó haber sufrido heridas durante el evento. En su defensa, el rapero confirmó que pagaría los gastos funerarios de los afectados.
Treston Blount, padre del niño fallecido, emitió un testimonio desgarrador en el que lamentó su deceso: "No estaba listo para perderlo".
Relató que su hijo "estaba muy emocionado" por asistir a la presentación y decidió llevarlo al concierto tras enterarse de que era "gran admirador de Travis Scott".
Treston notó que cuando él y Ezra llegaron al festival, deliberadamente se quedaron más atrás entre la multitud y lejos del escenario.
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"Estábamos atrás, muy atrás, y pensé, 'Está bien, esto es genial', porque el frente puede volverse un poco salvaje", dijo Treston.
Sin embargo, la situación se salió de control y padre se desmayó por la estampida. El niño, que se encontraba en sus hombros, cayó al suelo y fue pisoteado.
Una vez que recuperó el reconocimiento, Blount llevó a su hijo en brazos hasta el hospital, pero sus órganos habían sido dañados.