La pandemia de coronavirus ya cuenta con 96,2 millones de casos, mientras que más de 2 millones de personas perecieron por sus efectos. No obstante, hay un halo de esperanza, dado que variadas compañías farmacéuticas han desarrollado alguna vacuna para inmunizar a las personas del mortal virus proveniente de China.
Varios de estos fármacos necesitan dos dosis, suministradas con semanas de diferencia, para lograr inmunizar completamente. En el periodo entre ambos procedimiento, el paciente puede resultar contagiado, pero surge la interrogante sobre la fuerza del virus si ya se recibió una de las vacunas.
Colin Horseman es un inglés de 85 años que fue admitido en un hospital a finales de diciembre, en donde terminó contagiado por el coronavirus. El señor, quien era parte de la población de riesgo, desarrollo síntomas graves y pereció pocos días después, según informó el medio de comunicación BBC.
En Reino Unido ya murieron más de 93.000 personas por los efectos del coronavirus, por lo que el caso de Horseman es uno más que enlutó a una familia británica. Sin embargo, a diferencia de miles de los otros fallecidos, el abuelo ya había recibido la primera dosis de la vacuna de Pfizer, algo que no logró evitar su muerte.
«Me comportaría exactamente como si no me hubiera puesto la vacuna todavía (…) No bajaría la guardia ni haría nada diferente», Danny Altmann, profesor de inmunología en el Imperial College de Londres.
¿Cómo funciona la vacuna?
El sistema inmunológico activa dos importantes glóbulos blancos cuanto se toma con una vacuna: las células B plasmáticas y las células T. Las primeras se encargan de producir anticuerpos, pero tienen una vida muy corta y presenta un rápido declive. Las segundas, por su parte, identificar un patógeno y lo matan, y algunas de ellas permanecen durante décadas.
En ambos casos se necesitan una segunda dosis de la vacuna para que se desarrollen las células. Es decir, por lo general, no desarrollarán la inmunidad total hasta que se reciba la segunda inyección.
Además, Deborah Dunn-Walters, profesora de inmunología en la Universidad de Surrey, alerta que se deben mantener las medidas de bioseguridad al recibir la primera vacuna. «No vas a estar completamente protegido. Y otra es que aún no hay evidencia de que recibir la vacuna evite que contraigas el virus y lo transmitas», expone.
Es decir, la especialista subrayó que la eficiencia de las vacunas se evaluó al observar si se desarrollaban o no síntomas, pero no si impedían la infección a otras personas. “No hay evidencia de que una dosis o incluso dos de las vacunas existentes impidan que las personas transmitan el virus a otras personas», concluyó.