Un perro es un ser vivo único, porque ellos escuchan y observan sin criticar absolutamente nada. Adoran comer, pero disfrutan al máximo jugar. A veces como seres humanos que no prestamos atención a los pequeños detalles, se nos hace muy difícil descifrar cuándo quieren jugar: a detalle, se los contamos:
1.-Tienen una cara de juego particular
Los perros muestran una cara bastante particular al momento de decirle a su amo quiero jugar. Tienen la boca relajada y algo abierta, además, de dejar ver solo la parte superior de los incisivos de la mandíbula.
2.-Retraen los labios
Los caninos producen un aspecto feroz muy parecida a cuando están en actitud agresiva. La diferencia estriba en que las expresiones, en este caso, son más rápidas.
3.-Existen gruñidos
Como se trata de perros, los gruñidos son muy comunes. Para distinguir cuándo son de juego o cuándo son por enojo, solo hay que percatarse en el tiempo que duran haciéndolo y en el tono agudo.
Existen otras señales más comunes como: dar la pata en la cara, revolcarse panza arriba, ladrar, acechar, emboscar y toda la reverencia de juego o llamado en inglés Play Bow.
Con información de Infobae