No hay hora loca ni fiesta de Halloween donde no salga a relucir el legendario hit Thriller, del cantante Michael Jackson.
El álbum con el mismo nombre, cuyo material audiovisual de este single fue dirigido por John Landis, ha sido de los más vendidos en toda la historia de la música. El video fue declarado en 2009 Patrimonio Histórico por el Congreso Nacional de Estados Unidos. Además, fue el primero en ser considerado “cultural, histórica y estéticamente significativo”.
Por su estructura tan semejante a un film, reinventó el concepto de los videoclips, combinando música con un dantesco despliegue de locaciones y de vestuarios, en el que pasan personajes propios de películas de terror: zombis y hombres lobo.
Thriller: un éxito que no tiene nombre
En primera instancia, como suelen nacer todas las anécdotas, “Thriller” iba a llamarse de otra forma. Michael quien dio el brazo a torcer deseaba que su álbum se titulara “Starlight”.
Estaba tan convencido que el músico y compositor Rod Temperton fue quien le aconsejó que le pusiera “Thiller”. Hizo bien en escucharle. Con esa denominación, el artista sacó a la venta su sexto álbum (el más vendido en la historia de Estados Unidos), que respondía al nombre de su track 4. ¿Quién escribió la canción? El propio Temperton.
Para llevar a cabo semejante producción, el intérprete creyó propicio colocar una placa antes del video con unas palabras premonitorias:
“Dadas mis fuertes convicciones personales, quiero expresar que este filme no implica creencias en el ocultismo”.
Todo esto se atribuye a que Michael Jackson era testigo de Jehová. Y algunos se atrevieron a decir que, una vez que vio el video acabado, pensó en destruirlo por manifestar algo que estaba en contra de sus creencias.
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