Durmiendo en las calles o en refugios, acompañados de sus familias y muchas veces solos, los niños y adolescentes representan casi el 50% de los migrantes venezolanos que a su suerte cruzan la frontera con Brasil, en búsqueda de una mejor calidad de vida.
Estos datos fueron presentados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), este miércoles 18 de junio.
"Partiendo desde Roraima, pasan días caminando para cruzar la selva y aunque a veces vienen con su familia, otras vienen solos", comentó el defensor público brasileño João Chaves, a la cadena BBC.
Los datos arrojaron también que la cifra de desplazados venezolanos en Brasil podría superar los 175.000 a finales de 2019.
Casos como el de Ronneilys, de 15 años, quien logró llegar a Boa Vista pidiendo "la cola" en carreteras y terminó viviendo en la calle junto a su madre y hermanos por no tener trabajo ni dinero, son uno de cientos de realidad que atraviesan los jóvenes en distintos estados de la nación suramericana.
Según las estimaciones de la Unicef, actualmente cerca de 700 niños habitan las calles de Boa Vista.
incluso la población Warao, el segundo mayor grupo indígena de Venezuela, han decidido dejar sus tierras para amontonarse en refugios ubicados en Manaos, Satarém y Belén.