Un terremoto de 5,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter registrado muy lejos de la costa de Japón desató las alarmas en Tokio y forzó una breve interrupción en el Metro, aunque no pudo sentirse en la capital nipona.
El movimiento sísmico se registró este jueves a las 9.36 hora local (00.36 GMT) en una zona del Pacífico situada a unos 500 kilómetros al sureste de Tokio, según informó la Agencia Meteorológica de Japón.
Aunque no se sintió en Tokio ni hubo riesgos de tsunami, saltaron las sonoras alarmas en los teléfonos móviles, alertando del incipiente terremoto.
Las alarmas en Tokio derivaron en la interrupción en al menos dos líneas del servicio del Metro suburbano, según pudo comprobar EFE. Pero el tráfico se reanudó poco después una vez se confirmó que no había tenido efectos en la capital.
En los últimos siete días Japón ha registrado más de treinta movimientos sísmicos con magnitudes superiores a 1,9. El más fuerte de ellos el anotado este jueves, que levanto las alarmas en Tokio.
Territorio sísmico
Japón se sitúa en la zona volcánica denominada como el Cinturón de Fuego del Pacífico. Los temblores de tierra son frecuentes (con una intensidad reducida a moderada) y la actividad volcánica ocasional se siente en forma activa en las islas.
Gran cantidad de fallas tectónicas locales recorren la superficie, originando sismos de regular intensidad. Las más grandes son dos fallas transversales al sur de Honshū: la Línea Tectónica de Itoigawa-Shizuoka y la Línea Tectónica Media Japonesa. Ambas fallas transformantes que se encuentran en el límite de las placas de Okhotsk y Euroasiática, a lo largo del sistema montañoso de la isla.
Resultan sumamente destructivos los terremotos, a menudo dando como resultado los tsunamis, con una frecuencia de varias veces en un siglo. Los terremotos principales más recientes incluyen el gran terremoto de Hanshin-Awaji en 1995, el terremoto de la costa de Chūetsu de 2007 y el terremoto y tsunami de Japón de 2011.