El Instituto Autónomo Hospital Uiversitario de Los Andes (Iahula) en Mérida padece actualmente el déficit de personal de enfermería más alto en los últimos años, hace un tiempo llegó a tener en nómina entre 1.500 y 1.700 enfermeros.
De acuerdo a la información suministrada por la jefa de ese departamento, la licenciada María Gregoria Vega, a la fecha hay activos cerca de 700 enfermeros de 980, "de los cuales el resto está de reposo médico, permiso prenatal o postnatal, cada día somos menos, ya sabemos porque renuncian o se van del hospital los enfermeros", indicó.
Se conoció que muchos licenciados en enfermería prefieren prestar servicio a domicilio, debido que los salarios actuales no les alcanzan para pagar pasajes u otras necesidades que requieren los seres humanos.
El centro de salud debería tener más de mil enfermeros para funcionar como el hospital tipo 4 que es y brindar la atención médica que requieren los pacientes que asisten cada día, "el hospital tenía más de 1.800 enfermeras", sin embargo a partir del año 2017 se han ido o han renunciado a sus cargos.
El salario de un enfermero en Venezuela oscila entre los 100.000 y 140.000 bolívares por mes, incluido el bono de alimentación y el bono nocturno, monto insuficiente para acceder a los alimentos, ofrecer educación de calidad para sus hijos, adquirir medicamentos o pagar el alquiler de una vivienda, mucho menos para que una persona compre una casa u otro bien, pues los montos son inalcalzables para quienes trabajan honestamente, además los precios son en dólares y los ellos ganan en bolívares.
De acuerdo a Leonel Quintero, la desidia y el desánimo está siempre presente entre sus colegas ante los salarios y la escasez de uniformes, "padecemos el no uso correcto del uniforme porque no tenemos dinero", acotó que la recarga laboral también los afecta porque hacen el trabajo hasta de tres personas por la falta de personal.
En ese sentido indicó que las largas jornadas y la recarga laboral es un riesgo para ellos y sus pacientes ya que el cansancio físico y psicológico les podría hacer cometer errores al momento de administrar un tratamiento, asimismo, dijo que la falta de insumos para su protección es otro contratiempo con el que deben lidiar en los hospitales.
Por último, María Vega hizo un llamado a todos los enfermeros que deseen trabajar en el principal centro asistencial de la región de Los Andes para que se unan a la recuperación del mismo, "las puertas están abiertas para todos, el hospital los necesita y cada día somos menos", igualmente recalcó que quienes han renunciado serán recibidos con los brazos abiertos.