Sin expectativas, así se encuentran los comerciantes de las playas de Catia la Mar, en el oeste de Vargas. La razón: la poca afluencia de visitantes durante los asuetos y feriados en lo que va de año.
Javier Vallestas, de Playa Chévere, consideró como “cuestión de suerte” la presencia de bañistas en las playas. “Aunque la mayoría de las veces hay poca afluencia, sucede que hay fines de semana en los que baja mucha gente; entonces uno no se explica por qué pasa”.
Indicó que, por su experiencia, para el oeste son más los locales que acuden a disfrutar de las playas que los foráneos. “Playa Chévere, por ejemplo, está cerrada porque aquí caen muchas cloacas, y eso se repite en las demás de Catia la Mar. Por eso muchos prefieren irse hacia Naiguatá”.
#9Jul | Playeros de Vargas a la expectativa ante inicio de vacaciones escolares. Por: @amyytorres pic.twitter.com/F1swTvsMbz
— CaraotaDigital (@CaraotaDigital) July 9, 2019
“Tratamos de mantener buenos precios, y lo que más se vende es el menú normal a base de pollo y bistec. Es difícil que vendamos pescado porque para comprarlo se necesita efectivo y no hay. Cuando mucho tratamos de tener tres kilos de pescado un fin de semana”.
Vallestas contó que en el pasado compraba 20 kilos, pero que en la actualidad eso no es posible. “Ahora las familias traen sus comidas y pocos son los que piden pescado”.
Dos artículos de comida por un toldo en La Zorra
Simón Morfe, presidente de la playa Bahía Marina, mejor conocida como La Zorra, sostuvo que desde hace más de un año trabajan con trueque. “Aceptamos dos artículos de comida por un par de sillas. Así no perdemos ni ganamos, pero nos adaptamos a la realidad del país, pues sabemos que mucha gente no tiene efectivo”.
Recordó que desde la afectación que sufrieron los kioscos el pasado 4 de marzo de 2018 las promesas gubernamentales quedaron en el limbo. “La ayuda del estado fue muy poca, fue un espaldarazo momentáneo”.
“Hay algunos kioscos que siguen tapiados, porque sus dueños no han tenido la capacidad de sacarlos adelante. Tres quiosqueros han cerrado por eso y quedamos 24 comerciantes”.
Indicó que en aquel momento el propio gobernador Jorge Luis García Carneiro le dijo que estaba a la espera de un crédito para intervenir la playa. “Pero pasó un año y no sabemos si el crédito se lo aprobaron. En el Instituto de Turismo nos dijeron que el proyecto iba porque había unos inversionistas extranjeros interesados en trabajar aquí”.