Los venezolanos se han visto en la necesidad de rebuscarse para paliar la crisis economía que golpea el bolsillo de los trabajadores que perciben Bs. 40.000, equivalente a 1,6 dólares en el mercado paralelo (Bs. 24.700).
En los últimos meses han reaparecido los vendedores informales dentro de las unidades colectivas de la zona metropolitana de Anzoátegui. Las personas ofrecen, en su mayoría, productos confiteros como chupetas, caramelos y chocolates, así como artículos de papelería a menor costo que en los establecimientos comerciales, reseñó el lunes el portal venezolano ElSalvador.com
Las personas afirman que no logran conseguir un trabajo estable, otros dicen que la actividad genera mejores ingresos que un empleo forma. Por ello, a diario recorren las calles y abordan las unidades de transporte para sobrevivir.
Para algunos pasajeros la venta le suele ser incómoda, pues afirman que durante sus discursos tienden a amedrentarlos con actitudes “malandras”.
"Primero que nada buenas tardes señores. Yo nos lo vengo a robar, solo pido que me compren estos ricos y dulces caramelos. No te comas las uñas, comete estos caramelos", es parte del discurso que dicen. Otros afirman decir que se están reinsertando a la sociedad luego de haber caído varios años en prisión.
Los usuarios no son los únicos que han manifestado descontento, los choferes se quejan que la venta entorpece el traslado de los pasajeros en el pasillo del vehículo.
Los vendedores informales dejaron de observarse en dentro de las unidades de transporte a mediados de 2018, cuando se agudizó la escasez de dinero en efectivo.