Una investigación realizada por Bloomberg, apunta a que millones de barriles de crudo pesado venezolano, embargados por Estados Unidos, han sido vendidos secretamente a China.
En ese sentido, indican que para evitar la detección y las sanciones, se han realizado transferencias de barco a barco, empresas fantasma y señales satelitales silenciadas.
Además existiría otro aspecto clave para esquivar y despistar a las autoridades: mezclar el contenido de los barriles con aditivos químicos y cambiar su nombre en la documentación para que pueda venderse como un crudo completamente diferente sin dejar rastro de sus raíces venezolanas.
Bloomberg señala que las facturas y correos electrónicos revisados por ellos muestran hasta dónde llegarían algunos comerciantes para ocultar el origen del crudo y llevarlo a Asia. Esto haría de las refinerías chinas un sustento esencial para la maltrecha industria petrolera de Venezuela.
Al respecto, funcionarios de Estados Unidos, por supuesto, no pueden prohibir que las empresas chinas o internacionales compren petróleo venezolano, aunque pueden exprimirlos financieramente prohibiéndoles establecer negocios con empresas estadounidenses. Por eso toman pasos tan intrincados para disfrazar el origen del crudo.
Los documentos muestran crudos cargados en Venezuela tratados con aditivos químicos frente a las costas de Singapur y reaparecen en el mercado como cargamentos con nuevos nombres como “Singma” o una mezcla bituminosa.
Afirman que Swissoil Trading SA, una casa con sede en Ginebra, realizó las transacciones actuando en nombre de la petrolera mexicana Libre Abordo SA, sancionada por EEUU en junio por comprar crudo venezolano.
En un correo electrónico visto por Bloomberg, un comerciante de Swissoil que comercializa “Singma” instó a una contraparte a vulnerar una práctica estándar de la industria al mantener la documentación de carga original fuera de un petrolero.
“Poner BL original a bordo de un barco es una locura, no lo hagas”, dijo el comerciante, refiriéndose a los conocimientos de embarque.
En otro correo electrónico en el que respondió preguntas de Bloomberg, el abogado de la compañía dijo: “Swissoil Trading SA no está comercializando y no ha comercializado petróleo de Venezuela”.
Sin embargo, Bloomberg accedió a documentos que indican que Swissoil vendió y entregó a China al menos 11.3 millones de barriles de petróleo venezolano, en 2020, bajo la apariencia de otros nombres.
Los información de aduanas sugieren que estos documentos son solo el comienzo y que otras empresas también se dedican a este tipo de actividades ilegales.
China no ha importado oficialmente crudo venezolano desde septiembre de 2019, mientras que sus compras a Malasia, que no ha elevado sustancialmente sus capacidades de producción de crudo pesado, en 2020 aumentaron al nivel más alto en datos que se remontan a 2004.
Añadir químicos al crudo no es ilegal y se utiliza para que el aceite se ajuste a determinadas especificaciones para cumplir con obligaciones contractuales o eliminar impurezas. Sin embargo, está prohibido ocultar el lugar de origen del crudo y cambiarle el nombre.