El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, arribó a la Casa Blanca el miércoles y marcó una clara distancia con el accionar de la Administración de Donald Trump. Sin embargo, y a pesar de revertir medidas migratorias, económicas y sobre la pandemia, el demócrata no ha hecho grandes cambio en la política exterior.
La agencia de noticias AFP subrayó que la Administración de Biden no se desviará del camino pavimentado por su predecesor. Esta postura no es aprobada por el ala izquierda del Partido Demócrata, pero mantiene la tradición estadounidense del mantenimiento de los asuntos exteriores.
Paul Poast, politólogo de la Universidad de Chicago, aseguró que, desde el final de la Guerra Fría, la intención de Estados Unidos es mantener la primacía. Por ende, y ante el acenso de China en su rol político y económico, Biden tiene el mismo objetivo que Trump.
“Quizás la retórica cambie un poco, pero, sea quien sea el presidente, el objetivo general de la política exterior del país sigue siendo el mismo. Y con Biden no creo que eso cambie”, acotó.
Uno de los ejemplos es el de Venezuela, en donde Trump respaldó a Juan Guaidó y condenó al gobierno de la revolución chavista. A pesar que todavía no hay un pronunciamiento oficial de Biden al respecto, Antony Blinken, el elegido para ocupar la Secretaría de Estado, afirmó que mantendrán el reconocimiento.
Biden mantendrá políticas
Blinken, durante su audiencia de confirmación en el Senado, afirmó que Trump “tenía razón al adoptar un enfoque más duro hacia China”. Por ende, se pueden mantener las políticas en contra del gigante asiático y, de tal forma, extender la guerra económica entre ambas naciones.
Además, el nuevo jefe de la diplomacia estadounidense afirmó que mantendrán la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén. Esa fue una decisión histórica de Trump sobre el estado de impunidad en la ciudad santa. Así pues, dio un espaldarazo al gobierno israelí y sus pretensiones sobre el territorio.