La Iglesia Colombiana Metodista de Bogotá es ‘la casa’ del primer pastor cristiano abiertamente homosexual, que ‘predica’ la palabra de Dios y realiza labores sociales para reivindicar a las poblaciones con condiciones sexuales diversas en Colombia, según reseñó Cultura Colectiva.
Cada domingo, Jhon Botia Miranda enseña sobre Dios, pero también sobre respeto y tolerancia. Cada ocho días abre las puertas de su comunidad (en la localidad de Chapinero, en Bogotá) para recibir a quienes se sienten señalados y defender que cada persona se gobierna a sí misma.
En entrevista con El Tiempo, asegura que actualmente el cristianismo se ha convertido en “una lista de chequeo en la que les dicen a las personas: ‘no tomes, no fumes, no tires, no te vistas’. Lo que queremos es dar la libertad que Jesús dio”.
La historia de Jhon
Su ‘pastorado’ ha sido blanco de controversias, polémicas y comentarios tanto positivos, como negativos. Botia Miranda nació en Villavicencio y actualmente tiene 31 años, dice que jamás pensó en convertirse en pastor y que siempre se imaginó viviendo de la construcción de casas y con la recolección de agua en beneficio de los más necesitados, quería ser misionero.
Cuenta que comenzó su ‘vida cristiana’ a los 13 años y se incorporó a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, más conocida como iglesia de los mormones.
Cuando estaba por cumplir 20 años, Jhon se mudó a Bogotá. En ese momento, la iglesia a la que asistía era muy conservadora y él tenía una “lucha interna complicada”; comenzó a cuestionarse si él era el único homosexual que creía en Dios y para darle solución a su incógnita decidió crear un grupo de cristianos que hablaran sobre sus vidas.
En esos espacios conoció a su actual pareja que lo invitó a la Iglesia Metodista que actualmente ‘pastorea’.
De entrada, el nombre le sonó raro. Se imaginó a mujeres con faldas largas y a hombres con la Biblia debajo del brazo todo el tiempo. Se mesuró cuando le dijeron que eran inclusivos y que querían forjar diálogos honestos.
“La primera vez que fui, llegué de corbata y con mi morral de escritura. Me sorprendí cuando los vi en jean, con tenis, todos relajados. ¡El que desentonaba era yo!”.
Botia Miranda mencionó que quedó impactado con el servicio social que la iglesia ejercía y ejerce actualmente; dos años después de su ingreso ‘se ordenó’.
Jhon cuenta que a pesar de que hay otras iglesias con pastores homosexuales, aún “hay muchos otros pastores y sacerdotes que no salen del closet”. La vida de este pastor no sigue el estereotipo establecido en la mayoría de iglesias actualmente. Según Botia, él “no come biblia todo el tiempo”, sale a rumbear, de vez en cuando bebe cervezas y hace actividades como cualquier persona.
El 18 de enero del 2018 se convirtió en el primer pastor gay dentro de la Iglesia Metodista en Colombia y Latinoamérica.
Fuente: Cultura Colectiva