España reconoció a Juan Guaidó, líder de la oposición venezolana, como presidente interino de Venezuela a principios de 2019. Después de dos años del 23 de enero de 2019, la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, afirmó que el país mantiene la posición de la Unión Europea sobre Venezuela.
La agencia de noticias EFE reseñó las declaraciones de González, quien ratificó la postura de la Unión Europea. «La posición española es la posición europea», apuntó la jefa de la diplomacia del Gobierno de Pedro Sánchez.
Los 27 ministros de las naciones de la Unión Europea hablaron este lunes sobre los últimos acontecimientos de Venezuela. De tal forma, reiteraron que no reconocen las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre y, por ende, la Asamblea Nacional presidida por Jorge Rodríguez.
En consecuencia, España no legitima el organismo parlamentario electo en el proceso del pasado 6 de diciembre. Sin embargo, el gobierno español no se ha pronunciado oficialmente sobre el reconocimiento de la Asamblea Nacional electa en el 2015, presidida por Guaidó.
Conflicto en la Unión Europea
El Parlamento Europeo aprobó, el pasado 21 de enero, mantener el reconocimiento de la Asamblea Nacional electa en el 2015. En tal sentido, el legislativo de la organización del viejo continente condenó las parlamentarias del pasado 15 de enero e instó a los países de la Unión Europea a tomar la misma posición: reconocer a Guaidó como presidente.
Los ministros de la Unión Europea se reunieron este lunes y pidieron la unión de la oposición venezolana. De tal forma, reiteraron su apoyo a «los representantes de los partidos de la oposición elegidos en la Asamblea Nacional de 2015, y especialmente Juan Guaidó”.
«La UE continuará comprometiéndose y trabajando con todos los actores en Venezuela para fomentar el diálogo pacífico», continuaron.
No obstante, la Unión Europea no reconoció explícitamente a Guaidó como presidente y calificaron a su organismo como la Asamblea Nacional electa en 2015. Asimismo, aseguraron que las parlamentarias de diciembre fueron una “oportunidad perdida para la democracia”.