Sindicatos brasileños habían convocado una huelga general este viernes contra la reforma de las pensiones propuesta por el gobierno de Jair Bolsonaro, sin embargo no recibió el apoyo esperado.
Sao Paulo amaneció en un clima de cierta normalidad, ya que el sistema de transporte, considerado fundamental por los sindicatos para el éxito de la huelga, no llegó a parar por completo en la ciudad más poblada del país, reseñó EFE.
El metro y el servicio de autobús funcionaban a medias en la capital paulista. La situación era similar en otras ciudades del país, como Río de Janeiro, donde manifestaciones puntuales bloquearon algunos tramos de carreteras.
Los trabajadores convocaron a la manifestación aprovechando el inicio de la Copa América que se efectuará en Brasil desde este viernes 14 de junio para rechazar la reforma al sistema de pensiones y jubilaciones con la cual se busca ahorrar 265 mil millones de dólares en una década.
No obstante, la propuesta debe ser discutida en el Congreso antes de su aprobación definitiva.
Los trabajadores también reclaman los recortes en educación y los altos índices de desempleo.