Debido a la crisis interna que tiene el régimen de Nicolás Maduro, este tuvo que acudir a sus socios en Rusia para buscar sostenerse en el Palacio de Miraflores, pero cada vez los apoyos disminuyen más, informó el New York Times (NYT).
Cuando EEUU sancionó a toda la industria energética venezolana en enero, la petrolera rusa Rosneft desvió las exportaciones de petróleo a Asia. En esa época, cuando corrían rumores de una intervención militar del país norteamericano en Venezuela, dos aviones con técnicos militares rusos aterrizaron en Caracas. La información fue reseñada en el New York Times.
No obstante, las pruebas revelaron que a pesar de esos gestos, las relaciones económicas entre Venezuela y Rusia siguen debilitándose. Los bancos rusos han recortado sus negocios con el país, huyendo del colapso económico que significa invertir en Venezuela.
“Los vínculos económicos de Rusia con Venezuela realmente se han desacelerado en los últimos años“, dijo Maximilian Hess, miembro del Instituto de Investigación de Política Exterior de Londres.
Las empresas estatales rusas siguen recortando los negocios que hacen con Venezuela, una nación en bancarrota. Allí el presidente ruso Vladimir Putin busca antagonizar a la administración de Trump. Pero el Kremlin no ha llenado la brecha, no le ha dado más créditos a Venezuela ni le ha proporcionado alivio a la deuda que adquirió Maduro en sus años en el poder.
Ninguno de los 15 principales bancos rusos le han prestado dinero a entidades venezolanas hasta abril. Gazprombank, que solía ser uno de los principales prestamistas de Petróleos de Venezuela S.A (Pdvsa), borró en abril casi toda su cartera crediticia luego de renunciar a una empresa bancaria conjunta con el régimen de Maduro.
Incluso el comercio de armas ruso con Venezuela, la piedra angular de las relaciones económicas de los países, se ha visto afectado por los problemas financieros de Maduro.
El conglomerado industrial ruso RosTec, que representa la mayor parte de las exportaciones de defensa del país, redujo su exportación a Venezuela debido a las facturas impagas. Incluso, la compañía ha optado por no renovar algunos contratos de mantenimiento de armas y congelar otros proyectos.
A pesar de todo esto, Rusia sigue apoyando abiertamente al régimen de Maduro y es parte de su principal baluarte económico y político.