En la tarde de este martes, el grupo de 29 venezolanos deportados, incluidos 16 niños, por Trinidad y Tobago, regresó a la isla caribeña. En tal sentido, finalizó la travesía de los migrantes, quienes estuvieron desaparecidos por más de 24 horas, pero actualmente se desconoce la situación de los menores de edad.
El periodista Orlando Moreno señaló en su Twitter (@orlandomorenove) que se desconoce el estado actual de los 16 niños, incluido un bebé de 4 meses. Esta situación se da apenas horas después de que el ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago, Stuart Young, cuestionara las tesis de que unos niños estuvieran desaparecidos.
“Ministro de Seguridad Nacional se pronunció este 24 de noviembre e indicó que desconoce la situación actual de los 16 niños deportados que volvieron a Trinidad y Tobago, al mismo tiempo que desconoce su condición de refugiados, víctimas de una emergencia humanitaria compleja”, dijo Moreno.
Sin embargo, el periodista aseveró que hay reportes de que la playa Los Iros, en donde arribaron los botes este martes, está cerrada por las fuerzas de seguridad. Igualmente, Moreno reveló que la policía trinitaria están trasladando a los niños a la municipalidad de San Fernando.
“Hay información de que cerraron la playa al Sur de Trinidad y Tobago y no puede acceder nadie. La policía está trasladando a los niños en un autobús, probablemente a inmigración de San Fernando”, explicó.
Padecimientos de los niños deportados
Poco después de que los peñeros llegaran a la costa trinitaria, el medio de comunicación Trinidad y Tobago Newsday publicó videos desde el lugar. Según la reportera Laurel Williams, los niños sufren de varios padecimientos, picadas de mosquitos y cansancio, después de pasar más de 48 horas en altamar.
“Dicen que pasaron la noche en el mar. Están mojados, dicen que están cansados, están hambriento y no saben cuál será su próximo movimiento (…) Algunos de los niños tienen fiebre”, explicó Williams.
La deportación generó una gran consternación en Venezuela, dado que se corría el riesgo de un naufragio o de un secuestro de los migrantes. Sin embargo, el régimen de Nicolás Maduro mantiene silencio sobre la situación, a pesar de los constantes pronunciamientos del Gobierno interino de Juan Guaidó.