Un niño de 13 años apuñaló en siete ocasiones a su padre en una casa de Palma de Mallorca, España. Fuentes cercanas al suceso precisaron que el joven le propinó puñaladas en el brazo y en el hombro.
Según reseñó el portal español El Mundo, el caso se desencadenó cuando el padre le quitó el teléfono al niño de 13 de años. El joven corrió hacia la cocina, cogió un cuchillo y dio las siete puñaladas a su progenitor.
Tras el incidente, el sujeto salió por sus propios medios del chalé que compartía junto a su hijo y llamó a las autoridades. Aparentemente, las heridas eran leves, lo que le permitió salir con vida, a pesar de la gran cantidad de puñaladas.
Cuando llegaron las autoridades capturaron al pequeño, este aseguró que escuchó unas voces que le decían que debía matar a su padre. No se conoce la veracidad de estas declaraciones, pero quedó en manos de los servicios de psiquiatría del hospital Son Espases.
El niño no será imputado
El padre del joven, a pesar de las variadas heridas, se negó a denunciar a su propio hijo. Aun así, aunque quisiera emprender acciones judiciales, no podría, puesto que al tener solo 13 años de edad el menor sería inimputable; no tiene responsabilidad penal.
Efectivamente, la legislación española no permite que un ciudadano menor de 14 años de edad pueda ser imputado. Por su parte, las penas hasta los 18 años solo pueden tener un máximo de diez años en centros de internamiento.
La Policía Nacional de España ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias en que el pequeño apuñaló a su padre. Ahora, las autoridades deben precisar si el joven tiene padecimientos mentales y el escenario que se vivió en el chalé español.