El Tiranosaurio Rex en su adolescencia, con 42 metros de longitud y siete toneladas de peso, hizo el estirón más grande de esta especie.
Estudios anteriores descubrieron que el T. Rex alcanzaba su enorme tamaño en la adolescencia, pero no estaba claro si esta etapa de enorme crecimiento afectaba solo a los tiranosaurios y a sus parientes cercanos o a todos los grandes dinosaurios bípedos. En este sentido, Tom Cullen (autor del estudio) indicó:
"El objetivo era estudiar una amplia gama de terópodos, dinosaurios carnívoros de dos patas, para entender patrones más amplios de crecimiento y evolución del grupo",
Saber cómo un animal se hace grande es sorprendentemente difícil. Los mamíferos (también los humanos) suelen pasar por un período de crecimiento extremo en la juventud y después permanecen prácticamente en el mismo tamaño al llegar a la edad adulta, pero en otros grupos de animales, no siempre es así.
Los distintos patrones de crecimiento son importantes porque pueden marcar la diferencia en la supervivencia: Crecer rápido puede ser una ventaja competitiva que facilita la caza y dificulta ser cazado pero, también, un crecimiento acelerado exige mucha energía y recursos.
"La cantidad de calorías que el T. rex necesitaba para crecer era ridícula, como la de un adolescente que come dinosaurios en vez de enormes bocadillos".
Cómo fue el crecimiento del Tiranosaurio Rex
Estos icónicos dinosaurios, y dado que están extinguidos, fueron estudiados usando el registro fósil, analizando el interior de los huesos que contienen pistas que revelan los patrones de crecimiento.
"A medida que un animal crece, en el interior del hueso surgen unas marcas como los anillos de árboles que registran aproximadamente la edad del animal y cuánto crece cada año, entre otros factores".
Fósiles de Tiranosaurio Rex, en la adolescencia
Los investigadores seccionaron huesos de decenas de fósiles de animales, desde perros a avestruces, hasta llegar a "Sue" el T. rex, más grande jamás descubierto (y uno de los mejor conservados del mundo), actualmente expuesto en el Museo Field de Historia Natural de Chicago.
El análisis descubrió que Sue vivió 33 años, lo que le convierte en el T. rex más viejo que se conoce.
Además, Sue alcanzó su tamaño adulto a los 20 años pero para lograrlo, tuvo que aumentar su peso unos 20 kilos cada semana durante su adolescencia, mientras que sus primos más lejanos, los alosauroides, podían alcanzar tamaños casi tan grandes como el T. rex, pero crecían lentamente a lo largo de toda su vida, concluye el estudio.