En Honduras aumentan los crímenes de odio contra integrantes de la comunidad trans. Pero las activistas de esta comunidad no están dispuestas a ceder en su reclamo por sus derechos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) repudia hechos de violencia y denuncia la baja expectativa de vida de esta población.
La Cidh urge a las autoridades a investigar, juzgar y sancionar a los responsables de estos actos de violencia, tomando en cuenta la posibilidad de que hayan sido motivados en prejuicios basados en la orientación sexual, expresión/identidad de género o características sexuales de estas personas.
En #Honduras aumentan los crímenes de odio contra integrantes de la comunidad #transgénero. Pero las activistas trans no están dispuestas a ceder en su reclamo por sus derechos.
Les presentamos este reportaje realizado en colaboración con @IWMF #IniciativaAdelante [mgp] pic.twitter.com/py52QFMrXn
— DW Español (@dw_espanol) July 16, 2019
Durante la primera semana de julio tres personas fueron asesinadas por su condición sexual: Santi Carbajal, directora del programa de televisión local “La Galaxia de Santi”, Antonia Lainez y Bessy Ferrera.
La Comisión advierte que estos actos de violencia no son aislados. Durante la visita in loco realizada en 2018, la Cidh pudo observar que las personas LGBT+viven en un contexto caracterizado por la frecuente violencia física, psicológica y sexual en su contra, además de la impunidad generalizada en esos casos. La Comisión ha recibido información según la cual presenta que, desde el inicio del presente año hasta el 9 de julio de 2019, han ocurrido 21 muertes violentas de personas LGBTI en el país. Ante este contexto, la Comisionada Flavia Piovesan, Relatora sobre los derechos de las personas LGBT+ recuerda que “Los Estados deben tomar todas las medidas necesarias para prevenir violaciones de derechos humanos de las personas LGBT+ sujetas a su jurisdicción y, además, tienen la obligación de erradicar la impunidad frente a los crímenes perpetrados contra esas personas; de lo contrario, se transmite el mensaje social de que estos actos son condonados o tolerados”.
Los Estados deben llevar a cabo investigaciones exhaustivas e imparciales, libres de estereotipos y que tomen en cuenta los distintos factores que sitúan a las víctimas en particular vulnerabilidad, tales como la actuación en la defensa de los derechos humanos.
Con información de Cidh