Una niña de tres años murió durante un supuesto exorcismo realizado por su familia en una iglesia en California, Estados Unidos.
“En el transcurso de aproximadamente veinte horas, Arely Doe luchó por su vida mientras tres adultos de confianza la agarraron por la fuerza por el cuello. Mientras continuaba esta agresión, Arely luchaba por escapar de sus abusadores. La víctima dijo repetidamente ‘¡No!’”, escribió la fiscal adjunta que lleva el caso.
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Mientras era torturada la niña también le dijo a su madre “Te amo”, según reseñan los documentos judiciales. En el lugar estaba la madre de Arely, Claudia Hernández, su tío René “Aarón” Hernández Santos, y su abuelo René Trigueros Hernández.
Estas personas aseguraban que la niña estaba poseída por el demonio. Claudia, Aaron y René se declararon inocentes del delito grave de agresión a un niño menor de ocho años causándole la muerte. Está previsto que el próximo 10 de mayo el juez se pronuncie con respecto a este caso.
Arely murió el 24 de septiembre de 2021, pero desde entonces inició una larga investigación que ha revelado detalles perturbadores. Los bomberos encontraron el cuerpo de la niña repleto de heridas en el altar de la iglesia, en el centro de San José.
Claudia aseguró que “Arely se veía diferente. Sus ojos eran diferentes. Parecían vacíos y ‘no era ella’”. Asimismo, afirmó que mientras gritaba no parecía su voz normal. «Lo que creo es que estaba poseída, ya sabes, porque voy a la iglesia», comentó la despiadada madre.
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La mujer contó que cuando inició todo, metió los dedos en la boca de la niña para provocarle vómito, pero ella la mordió. Después de que la niña se calmó, su madre y su tío la llevaron a la iglesia a las 7:00 a.m. para realizar una ceremonia de oración.
René es el pastor de la iglesia y para el mediodía llamaron al abuelo de la niña para que se uniera a ellos. Durante varias horas la mantuvieron suspendida sobre el suelo en la posición de «Superman», mientras ella luchaba por liberarse.
Claudia le dijo a la policía que incluso después de que su hija dijera: “Te amo”, todavía creía que la niña estaba poseída por un espíritu maligno o demonio.
“Después de que Arely vomitó, Claudia dijo que la tiraron al suelo y que fue entonces cuando Arely dejó de respirar. Claudia dijo que Dios le hizo entender que Arely no iba a regresar y se había ido”, escribió la fiscal.
La mujer dijo que cree que la niña murió a las 6:00 de la tarde. Su cuerpo estaba frío y tenía los labios azules. Pero esperó hasta las 8:12 p.m. para llamar al 911.
Cuando le preguntaron si había causado la muerte de la niña, respondió «en cierto modo». La mujer no tiene antecedentes de uso de drogas o de enfermedades de salud mental.
En otra declaración, la mujer dijo que estuvo hablando con Dios durante varios días antes de asesinar a su hija. “Dios le dijo a Claudia que esto estaba sucediendo porque ella nunca estuvo destinada a ser madre”, escribió la fiscal.
Asimismo, la mujer no mostró ningún tipo de arrepentimiento por lo que supuestamente le ordenó hacer «Dios». «He aprendido a aceptar lo que es».
EL TÍO DE LA NIÑA APOYA LA VERSIÓN DE LA MADRE
Aaron, de 20 años, otro de los implicados en el asesinato también afirmó que la niña estaba poseída. El hombre dijo que asistía a la iglesia cuatro días a la semana. “Arely no era la misma. Normalmente siempre estaba sonriendo”, escribió Wise.
Aaron supuestamente admitió ante la policía que la ceremonia de oración pudo haber causado su muerte. “Dijo que era posible que la forma en que la abrazaba provocara la muerte de Arely. Dijo que había momentos en que Dios le decía que la apretara más fuerte. La muerte de Arely le hizo cuestionar su don para sanar”, escribió la fiscal.
No obstante, los investigadores creen que Claudia le propinó el golpe fatal que terminó ocasionando su muerte, luego de agarrarla del cuello. Los tres implicados en el asesinato están en prisión desde 2022 a la espera de su sentencia.
¿QUÉ DIJO EL ABUELO?
Para finalizar, René, de 60 años, dijo que cuando llegó a la iglesia para orar por Arely, ella todavía estaba viva. Claudia le dijo a René que “la niña iba a morir”.
El hombre confesó que creía en todo lo que su hija le decía.
