Mientras la mayoría de los caraqueños duermen ellos recorren las autopistas para socorrer cualquier emergencia vial. Los mueve la vocación de servicio y las ganas de ayudar. Los Ángeles de la Autopista no paran. Día y noche salen a las calles para salvaguardar la vida de los capitalinos.
Con tal de ayudar ponen en riesgo su vida. Durante 24 horas recorren las vías expresas para atender a cualquiera que lo necesite. Llegan a hacer hasta lo impensable, como remolcar vehículos con las motos, atender a los conductores que se quedan accidentados y asistir hasta la emergencia más difícil.
Los casos que más se presentan son accidentes viales motivados a la ingesta de bebidas alcohólicas por parte de los conductores. En una noche de un viernes de quincena pueden atender hasta 10 accidentes motivados a esta misma situación.
Ser paramédico en una ciudad tan convulsionada como Caracas no es cualquier cosa. Tener que lidiar con las condiciones se presentan actualmente en el sector salud hace más difícil la labor.
A veces tienen que ruletear a los heridos por varios hospitales porque en ninguno lo reciben ante la falta de insumos. En ocasiones hasta ellos mismos tienen que dar insumos a los trabajadores de los hospitales para que puedan atender a los pacientes.
La labor que realizan los ha llevado a recibir el nombre de Ángeles de la Autopista. Son ellos quienes cuidad la integridad de quienes circulan por las principales vías de Caracas.