Al menos 47 reclusos fallecieron y 75 fueron heridos en el Centro Penitenciario de los Llanos, en medio de una presunta protesta por hambre en el penal. Los privados de libertad se agolparon a las puertas del complejo exigiendo que mejorara la situación y el cumplimiento de sus derechos.
Miguel Calderón, un recluso en la cárcel ubicada en el estado Portuguesa, envió un mensaje de voz a su padre, manifestando su cruda condición. El joven de 26 años, exsoldado encarcelado por robo de automóviles, murió baleado tres semanas después en el supuesto intento de fuga, como lo catalogaron algunas autoridades.
Vivimos entre la mierda y la basura
Al igual que en otras de las violentas y hacinas penitenciarias venezolanas, los 4.000 reclusos del penal del penal de Guanare, subsisten con la comida que les envían sus familiares. Son variadas las denuncias de desnutrición entre los privados de libertades en Venezuela.
Sin embargo, la pandemia de coronavirus y la cuarentena nacional decretada por Nicolás Maduro llevó a que las autoridades prohibieran las visitas. Su fuente de alimento había sido cortada, en consecuencia a la medida implementada en marzo.
En medio de la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela, los guardias comenzaron a robar la poca comida que ingresaba a través de las rejas. Según Reuters, algunos prisioneros se vieron obligados a comer animales callejeros; reclusos precisaron que comían gatos o perros.
Caos en el Centro Penitenciario de los Llanos
Esta situación llevó a los reclusos a manifestarse, creando un tenso ambiente que derivó en una masacre. Según testigos, algunos intentaron escapar, ante lo que un contingente de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) abrió fuego y golpeó decenas de reclusos.
Dos personas presentes en la cárcel en ese momento, entrevistadas por Reuters, afirmaron que los soldados ejecutaron a varios heridos en el suelo. Finalmente, se originó la masacre más reciente en las prisiones venezolanas.
La oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, encabezada por Michelle Bachelet, manifestó su preocupación por lo ocurrido. Asimismo, exigió una investigación de las autoridades venezolanas.
La ministra de Asuntos Penitenciarios del régimen de Nicolás Maduro, Iris Varela, aseguró en una entrevista con Unión Radio que era “falsa, de toda falsedad” la versión de una protesta por hambre en penal. No obstante, diversas fuentes, por su parte, han verificado esta tesis.
Tarek Saab, fiscal general del régimen, indicó el viernes que las autoridades estaban investigando el incidente. Además, puntualizó que estaban realizando autopsias a 47 víctimas mortales.
Los ministerios de Información y de Servicios Penitenciarios del régimen no respondieron a las solicitudes del medio de comunicación y Reuters apuntó que no pudo hablar con alguno de los soldados implicados en la revuelta.
La masacre de Guanare se vio opacada por la supuestas incursiones armadas hacía venezolanas, realizada por “mercenarios”, según la narrativa del régimen. Así, las decenas de muertes en el Centro Penitenciario de Los Llanos pasaron a segundo plano, mientras que sus familias exigen respuestas y justicia.