La situación no ha mejorado. Los estudiantes de la Universidad de Carabobo (UC) quieren continuar con sus actividades académicas, pero con becas de menos de 70 centavos de dólar al mes se les hace cuesta arriba.
A la fecha reciben 930 mil bolívares que son totalmente insuficientes para acudir a las clases presenciales que se han reiniciado de manera progresiva, solo en las asignaturas que implican prácticas en laboratorios y en los hospitales.
No les alcanza para pagar por el pasaje ni para alimentarse, mientras que el servicio del comedor y del transporte en la institución siguen paralizado por falta de presupuesto.
“Exigimos que al menos se habiliten algunas rutas para que los alumnos puedan asistir a las aulas y no seguir paralizando su formación”, solicitó el presidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU), Marlon Díaz.
Reconoció que todo el personal profesoral, empleados y obreros está haciendo un gran esfuerzo por mantener las puertas abiertas de la UC, con la grave crisis salarial que están enfrentando.
Por el bien de la universidad
Díaz recordó que pese a que desde el 19 de marzo de 2020 la UC se encuentra en un periodo de contingencia por la COVID-19 y la dura situación presupuestaria “nos mantuvimos entre las 200 mejores universidades de Latinoamérica y esto es por la vocación y el servicio de los miembros de la comunidad universitaria, y esa calidad académica no la podemos perder”.
Este 2021 comenzó con un plan piloto en la Facultad de Ciencias de la Salud que busca que los alumnos puedan seguir avanzado en sus carreras. Lo mismo se implementará en la de Ciencias Jurídicas y Políticas desde el 1 de marzo para culminar el periodo que quedó pendiente en 2020, mientras que en la de Educación se reactivarán las clases en las próximas semanas, así como las prácticas clínicas en Odontología.