El Cementerio General del Sur fue el camposanto más grande de Caracas. Hoy, reina la desolación caracterizada por el abandono, la profanación y el saqueo de las tumbas. Todo en revolución.
El cementerio, de 246 hectáreas, fue fundado por Antonio Guzmán Blanco el 5 de julio de 1876. En ese momento, Blanco jamás habría imaginado que este espacio llegaría a ser una especie de bodega para la venta de huesos.
Durante años no se ha dejado de denunciar la gran cantidad de incidentes que se registran a diario. El cementerio está lleno de mitos y leyendas.
El equipo de Caraota Digital se trasladó hasta el Cementerio General del Sur. Allí conocimos al famoso "cuidador" de la zona, Yovanni Amarillo.
Él se ha encargado, por muchos años, de custodiar el portal de Ismael Sánchez, mejor conocido como Ismaelito de la Corte Malandra.
Justo al lado de la llamada Corte Malandra está el espacio donde reposa María Francia, la guardiana de los estudiantes. Es una especie de casita donde se pagan las promesas y los jóvenes devotos llevan sus uniformes, medallas de graduación y títulos, entre otros objetos.
Más adelante hay un árbol lleno de casas de madera de todos los tamaños y estilos. Según cuenta el señor Amarillo, se trata del altar del culto a Victorino Ponce, un albañil que construía casas de madera para las personas más necesitadas de Curiepe.
Llama la atención el mausoleo de Joaquín Crespo, el cementerio judío y la zona donde están los cadáveres que nadie identifica, sector conocido como La Peste.
Sin embargo, fue necesario preguntarle al señor Amarillo qué hace para el mantenimiento del lugar. En este sentido, contó que las personas colaboran para la limpieza. Sobre el tema de inseguridad, aseguró que ha disminuido.