La embajada de Venezuela en Estados Unidos denunció el peligro que corren por presos políticos ante la pandemia de coronavirus. Tras la muerte de un recluso de El Helicoide, Erick Echegaray, por una presunta infección del virus, aumentó el riesgo de los detenidos.
Según reseñó el Centro de Comunicación Nacional, ya hay varios presos políticos con síntomas en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). “Estamos especialmente preocupados por los presos políticos que tienen precondiciones de salud que potencialmente ampliarían los riesgos letales del COVID-19”, indicó la misión diplomática.
Tras el fallecimiento de Echegaray, algunos presos políticos presentaron síntomas del virus proveniente de Wuhan. Esto ha abierto, aún más, la posibilidad de un brote en El Helicoide o alguno otro centro de reclusión del régimen.
El Observatorio de Derechos Humanos de la Asamblea Nacional señaló el pasado 6 de agosto sobre el hacinamiento que se vive en los centros de detención. Este escenario impide que se respete el distanciamiento social, a lo que se suma la ausencia de las condiciones mínimas de salubridad para el lavado de manos y la falta de ventilación, que aumenta las posibilidades de contagio.
La embajada exige mejora de las condiciones
La misión diplomática liderada por Carlos Vecchio aseguró que el silencio del régimen de Nicolás Maduro evidencia la violación de los derechos humanos de los 382 presos políticos. En consecuencia, exigió al Palacio de Miraflores medidas humanitarias para estos reclusos.
La embajada puntualizó que la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU solicitó la liberación de los presos políticos. Además, aquellos que estén enfermos deben ser llevados a centros de atención y verificar la salud de todos los demás.
Finalmente, recordó que el Artículo 43 de la Constitución exige el respeto de los derechos todos los presos en Venezuela. “El Estado protegerá la vida de las personas que se encuentren privadas de libertad”, sentenció.