Se produjo un nuevo derrame petrolero en la entrada de la finca El Manantial, en el sector Ayacucho, en el sur del estado Anzoátegui, lo que provocó la muerte de una vaca y puso en riesgo a otros dos animales.
El abogado Marvin González, apoderado legal del propietario de la finca en el municipio José Gregorio Monagas, Miguel González, realizó la denuncia este miércoles a la página web El Pitazo.
Asimismo, destacó que el derrame de petróleo se extendió desde la entrada de la finca hacia los potreros donde los animales se contaminaron. Además, indicó que causó daños en la vegetación.
“Ya murió una vaca y otra está afectada al igual que un becerro y eso representa una pérdida económica para el dueño de la finca”, dijo González.
El derrame del crudo obedece a la rotura de una tubería perteneciente a Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que está ubicada en las adyacencias de la propiedad privada.
Derrame petrolero afecta ganado
El abogado precisó que, con la muerte de la vaca que era de ordeño, los daños económicos se ubicaban en unos 1.000 dólares. Esto sin contar que la otra vaca afectada también muera.
Igualmente, el apoderado legal acotó que el derrame de petróleo abarcó unos 80 metros de los potreros y corrió por toda la sabana.
“Mi cliente está preocupado porque ni siquiera tomar la res muerta para consumo propio puede y espera que no muera la otra”, señaló.
También explicó que este martes acudieron a la finca unos representantes de Pdvsa, y solicitaron unos datos para levantar un informe para el departamento ambiental de la industria, con la intensión que le reconozcan las pérdidas.
“Nosotros no queremos dudar de la acción de los trabajadores pero viendo en las condiciones en que llegaron. En un carro de Pdvsa que cargaba pura chivas de cauchos, sin aire acondicionado, hasta con los frenos medio malo. Nadie nos asegura que la empresa va a pagar por los daños”, agregó el apoderado legal.
Además, González exhortó a Pdvsa a estar “más pendientes” de los derrames, puesto que cuando eso sucedía, lo más afectados eran los dueños de fincas con muerte de animales.