Le pedí a Johana Hernández que me dijera desde el corazón por qué a pesar de las condiciones del psiquiátrico de Caracas donde trabaja desde hace 14 años sigue allí. No titubeó en responder que está allí por el amor a sus pacientes.
Con dolor, esta enfermera, madre y esposa como ella misma se definió describió como se trabaja en el turno nocturno en el hospital de Lídice. ¨A ustedes periodistas si les da miedo y les parece horrible lo que ven a plena luz del día los invitó a que pasen conmigo una noche en este lugar¨.
Hernández contó que varias veces delincuentes de la zona la han encerrado a punta de pistola para llevarse a los pacientes secuestrados. Lamentó que quien tiene el poder de ayudar no preste atención a las condiciones infrahumanas que enfrentan los pacientes.
¨Yo sigo aquí porque yo juré ser enfermera. Yo estoy aquí por el amor a los pacientes. Da tristeza esta situación y que el director ignore nuestra petición, necesitamos insumos y medicinas¨.
Hernández denunció que ha levantado informes para evitar el ingreso de más pacientes por la precariedad en los servicios y por la falta de material médico para asistir a quienes son abandonados por sus familiares.
¨Cada paciente que está hospitalizado aquí solo cuenta con nosotros, nosotros somos su gente, su familia¨.