Alberto Maita es hijo único. Está preso desde hace un año y 7 meses. Pasó por calabozos de la Dgcim y hoy lo mantienen tras las rejas en Ramo Verde. Lo vinculan al caso del inspector de la policía científica asesinado Oscar Pérez. Durante su encarcelamiento recibió golpizas que le ocasionaron fracturas en ambas rodillas.
De manera tardía fue llevado a una clínica para ser operado el año pasado. Sin embargo, las terapias indicadas por su médico fueron ignoradas por efectivos del cuerpo de inteligencia.
Durante una protesta frente al PNUD su tía narró el calvario de su encarcelamiento. Los ojos de Lorena Espinoza Rodríguez se llenan de luz cuando habla de él. Lo describe como un militar intachable, de excelentes calificaciones que es culpado de crímenes que no cometió.
De tener la posibilidad de llegar al corazón de los carceleros de su sobrino les pediría su liberación. ¨Deben entender que los presos políticos no cometieron ningún crimen. Les pido que cese la privativa de libertad del primer teniente Maita y de todos los presos políticos. No son asesinos, ni narcotraficantes, simplemente son militares que quieren la libertad y la democracia¨.
Lorena Espinoza abrió su corazón y le envió un mensaje a su sobrino ¨yo sé lo que tengo y el sabe que sentimos orgullo por él. Un militar con coraje y dignidad, lleno de principios y valores, un hombre que desde que juró defender a la patria lo cumplió¨.