De acuerdo a un reportaje de la agencia de noticia AP, el régimen de Nicolás Maduro habría buscado al excongresista Pete Sessions para negociar el regreso de la empresa petrolera estadounidense, Exxon Mobil a Venezuela. Al mismo tiempo, Maduro invertía 50 millones de dólares para evitar las sanciones impuestas por el Gobierno de Donald Trump.
Según la agencia, Sessions también intentó mediar a favor del régimen. El estadounidense habría viajado a Caracas con la ayuda de Raúl Gorrín, empresario y presidente del canal de noticias Globovisión, con el propósito de reunirse con Nicolás Maduro.
Asimismo, se reveló que Sessions asistió a una recepción celebrada en la mansión de Gorrín, actual prófugo de la justicia.
Unos meses después, Sessions telefoneó al líder socialista con Rudy Giuliani, el abogado personal del presidente de los Estados Unidos (…) El interés de ambos hombres en Venezuela y la defensa de Sessions de una reunión Trump-Maduro fueron una sorpresa para John Bolton, señala AP.
Meses después de haberse conocido Sessions y Maduro, Raúl Gorrín fue acusado de lavado de dinero, donde se incluyen la malversación de 200 millones de dólares de PDVSA.
En el encuentro David Rivera, excongresista estadounidense, fungió como traductor. Precisamente, en el reportaje de la agencia señalan que, Rivera firmó un contrato de tres meses y 50 millones de dólares con PDVSA para mejorar la reputación de la empresa de petróleo venezolana ante el gobierno de Estados Unidos.
Con información de PANAM POST