La más reciente encuesta de Focus Economics, una firma que realiza análisis y proyecciones sobre 131 economías, señala que la economía venezolana sufrirá una contracción de 24,3% en 2020. Con una inflación de 2.487 %, un déficit fiscal de 21,6 % del PIB y un tipo de cambio de cierre en más de 1.000.000 bolívares por dolar.
El país está sumido en una profunda y prolongada recesión, caracterizada por la caída de la producción de petróleo en medio de las sanciones internacionales. Una inflación altísima, una depreciación desenfrenada de la moneda y una escasez de bienes de consumo clave.
Para Ecoanalítica, la economía venezolana está sufriendo transformaciones que puedan ser aprovechadas por el sector privado.
Advierte que no se puede hablar de crecimiento en un entorno afectado por sanciones, restricción externa y colapso de los servicios públicos.
“La dolarización caótica generó un tamaño de mercado limitado, que debe ser aprovechado; un factor limitante es la desconfianza frente a los cambios”, explicó la firma en un resumen a empresarios en un foro de Venamcham.
“Todo bolívar que entró a la economía es un bolívar que no va a la banca o no va a comprar activos financieros en la bolsa. Todos esos bolívares salen corriendo para comprar divisas”, dice a RFI el economista Luis Oliveros.
“Ya el PIB de Venezuela venía cayendo desde los últimos cinco o seis años. Ante esta realidad con la pandemia, al no ver un estímulo fiscal, la economía pues va mucho más al declive”, dice a RFI Albani Granado, economista de la firma EMFI Securities.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que ha alabado cierta dolarización pero acaba de anunciar más controles de precios, cree que lo que se está pasando tiene otro trasfondo“.