Marco Aurelio Becerra es productor del estado Táchira, la guerrilla lo despojó de una de sus fincas, denunció como grupos irregulares han tomado el control del Municipio Córdoba del Táchira.
«Nos llegaron y nos amenazaron en la propiedad de que teníamos que desalojarla, llegaron armados diciendo que si teníamos armas, debíamos entregarlas porque los únicos que podían tener armas eran ellos», este fue parte del relató de un productor agropecuario que perdió sus tierras en manos de irregulares.
Aseguró que este grupo que opera en el municipio Córdoba del Táchira cada vez gana más terreno y que los consejos comunales obedecen sus órdenes.
«Están reclutando menores de edad, ya no se les ve con una pistola, con un revólver sino con fusiles».
Becerra señaló que varias fincas de la zona han sido tomadas por los insurgentes y que son usadas como campos de entrenamientos para guerrilleros.
«Nos estamos jugando el pellejo con esto que se está haciendo, tomar mi propia decisión con valor para poder enfrentar», acotó Becerra.
Este productor ya denunció ante los órganos competentes toda la situación, sin embargo estos hicieron caso omiso.
Sabe que su vida y la de su familia corre peligro por las desnudar la realidad de lo que ocurre en una zona dominada por la guerrilla.
«Ya han aparecido varios muertos en la carretera y no se sabe quién es el culpable, aparecen tirados, abaleados e incluso con miembros mutilados», advirtió este productor.
Dijo que los guerrilleros se pasean libremente por la zona en motos, con armas largas, botas negras y un pañuelo rojo.
«El comandante de la zona es un tal Carlos el guerrillo, así lo llama la misma comunidad , el consejo comunal habla con Carlos el guerrillo, le pide lineamientos a él», enfatizó.
Incluso contó que el comandante guerrillero colabora económicamente para reparar transformadores de electricidad.
Becerra relató que estos grupos comenzaron a penetrar en el gobierno de José Gregorio Vielma Mora y que cada vez tienen más poder.
Con tristeza relató que su finca fue acabada por estos delincuentes que actúan bajo la mirada indiferente de los cuerpos de seguridad.