Un bebé de 1 año falleció el pasado 8 de mayo en el estado Lara, luego de presentar vómitos y diarrea tras comer una arepa con mortadela. De acuerdo al padre de la víctima, varias personas también presentaron malestar por la misma comida.
Asimismo, el padre denunció al personal de Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga por negligencia, Según su información, la comida habría sido servida pro el personal del recinto.
El recinto sanitario tiene una sede que fue habilitada por la Gobernación de Lara para mantener a un grupo de personas en cuarentena por Covid-19, según la información del medio La Prensa.
La familia ya había estado aislada en el estado Apure durante 8 días, tras llegar de Colombia. Cuando llegaron al Hospital se les ofreció la comida a un total de 11 personas. Una hora después de comer todos empezaron a presentar síntomas estomacales.
Resaltó también que el centro hospitalario no tenía tratamientos y recomendaron preparar un suero para los niños. Alrededor de las 12 del mediodía del día siguiente el bebé se encontraba muy débil.
La muerte fue por negligencia
Ortíz comentó que intentaron derribar la puerta donde estaban encerrados mientras gritaban, pero al parecer nadie los atendía.
Luego que la doctora regresó y vió al bebé, lo envió a la enfermería de la Villa Bolivariana junto a su mamá. “Ahí no tenían yelco de niño, así que usaron un yelco de adulto para aplicarle tratamiento. Pero le dañaron la vena al bebé, el tratamiento nunca bajó”, indicó el padre.
A las 5:00 pm, ordenaron su traslado al hospital pediátrico, tarea que no se logró hasta que pasó un taxi por ausencia de ambulancia.
“Cuando llegaron al pediátrico, el bebé iba muy mal, trataron de ponerle tratamiento, pero ya estaba grave. Cuando lo fueron a intubar le dio un paro respiratorio y murió en los brazos de la doctora”, dijo el padre.
Ortiz contó que la doctora del pediátrico les dijo que habrían salvado al pequeño si hubiesen llegado 20 minutos antes.
“Recuerdo cómo mi bebé sonreía en el autobús. Él llegó sano, todos dimos negativo dos veces en las pruebas. No estaba desnutrido, ni enfermo como dijeron”, manifestó el hombre.
A su vez, destacó el sentimiento que sentía cuando la gobernadora aseguró que todo estaba bien al día siguiente que murió el infante.