Para José Rafael Arévalo Pérez amaneció de golpe el pasado 8 de enero. A las 5:45 a.m. fue ejecutado por funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes), cuerpo policial creado por Nicolás Maduro, el cual fue seriamente cuestionado por Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Su madre, Zuleyka Pérez, cuenta que el hecho quedó registrado en un video posteriormente enviado a sus familiares; José Rafael imploraba por su vida. Le dijeron a su esposa que si denunciaban "iban pa' esa", una forma de advertirles que habría represalias.
Las acciones de este cuerpo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) son cuestionadas frecuentemente. Seis meses después, Pérez se atrevió a denunciarlos sin miedo a las amenazas que ha recibido. Este miércoles pidió justicia y demostró que ya no les teme.
"Ahora yo sí les digo que "van para esa"... Van a pagar", dijo. Reitera de que su hijo hubiera cometido un delito, lo hubieran imputado, "pero ellos tomaron la justicia por sus manos, y lo ejecutaron extrajudicialmente". Espera que la comisión de la alta comisionada tome cartas en el asunto y que el régimen se ponga la mano en el corazón.
Ese 8 de enero a Arévalo Pérez le arrebataron a su hijo de los brazos, también sacaron a su esposa de la casa. "Por lo menos no vieron cuando lo mataron", señaló alguien en voz baja mientras la señora Zuleyka relataba uno de los peores momentos de su vida.
Casualmente esta denuncia gana fuerza el mismo día que enterrarán al capitán de fragata Rafael Acosta Arévalo. Compartían un apellido, y aunque no eran familia tienen algo en común: ambos fueron víctimas de los cuerpos de seguridad del régimen de Nicolás Maduro.