Ángel Medina
Diputado
Está semana se presentó, por parte de la alta comisionada para los DD.HH de la ONU, Michelle Bachelet, la actualización del informe sobre el estado de los Derechos Humanos en Venezuela que fue presentado en julio de este mismo año.
La nueva puesta en escena de la tragedia que padecemos en Venezuela en un foro como el Consejo de DD.HH de la ONU, pone en evidencia que la crisis humanitaria ha pasado de ser un problema exclusivo de los venezolanos que estamos dentro y fuera de nuestras fronteras.
Hoy nuestro conflicto es una enorme distorsión para la región, representa un impacto directo en la estabilidad de las instituciones democráticas de Latinoamérica y un reto de enormes magnitudes para todos los países receptores de la huida masiva de nuestros compatriotas.
Y más allá, el hecho de ser el espacio de las Naciones Unidas donde se debata este conflicto, lo hace ser también un conflicto global, que desestabiliza y preocupa.
La alta comisionada fue clara en plantear el agravamiento de la situación de los DD.HH en Venezuela en los últimos 3 meses: en lo político que suman más perseguidos y detenidos, entre ellos el líder sindical Rubén González injustamente sentenciado a 5 años y 9 meses; pero también en lo social cuando el salario mínimo en solo 90 días paso de 7 a 2 dólares mensuales, profundizando el hambre atroz que, producto de un modelo errado viven millones de venezolanos, especialmente niños y adolescentes.
Ratifica la destrucción de todos los servicios públicos que precariamente tenemos en todo el país y, en materia judicial vuelve a levantar la voz para seguir exigiendo la abolición de los cuerpos parapoliciales y en especial de las Faes, por ser instrumentos armados para el amedrentamiento y violencia, más cuando se suman 57 nuevas denuncias de ejecuciones extrajudiciales.
Esta actualización ratifica ante el mundo lo que cada uno de los venezolanos conocimos muy bien, que en nuestro maltrecho país no es que se ha perdido la defensa de los DD.HH. Es mucho peor, quienes lamentablemente hoy están en el poder han creado y fortalecido todo un sistema para desaparecer cualquier institución que protegía los DD.HH y sobre todo, para eliminarnos el ejercicio de la ciudadanía.
Estos nuevos datos solo puede impulsar una mayor presión internacional, más decidida y más clara a favor de un cambio donde todos podamos decidir libremente, como también exige a todas aquellas naciones y actores que hasta ahora han mantenido una neutralidad casi cómplice, que salgan de la negación y sumen fuerzas desde sus espacios para lograr un cambio que cada vez se torna más urgente.
Seguramente quienes lamentablemente están en el poder, saldrán nuevamente a atacar al mensajero y evitar así, enfrentar el mensaje. Pero el mundo está claro,los defensores de DDHH también, cada uno de los venezolanos más que convencidos, mientras más tiempo duren en el poder mayor será el desastre y el camino esta en seguir consolidando la fuerza que permita el cambio y no se siga actualizando el desastre.