Por Juymar García
Muchas veces he escrito sobre el amor, el sexo y las relaciones, sin importar el género, amor es amor.
También en aquella “hora loca” que solía regalar los viernes en Twitter hablábamos mucho a cerca de cómo llevamos nuestra sexualidad y el voto de confianza que se hacen dos al establecer una relación.
Pero las cosas han cambiado, el “sexting” se ha expandido y dudo que nadie lo haya probado alguna vez.
Tinder ha llegado en tiempos de pandemia para ofrecer una opción, ante la imposibilidad de los encuentros cara a cara; y es que allí hay millones de hombres y mujeres buscando chances, pues aunque no todos son unos locos de carretera, habrá de todo.
El riesgo cierto de exponerse con desconocidos está allí y será cada usuario que abra un perfil quien decida si vale la pena realmente aventurarse a mostrar más de la cuenta, dar su número telefónico y compartir fotos que pueden en cualquier momento convertirse en cuchillo para su garganta es un riesgo latente e innecesario.
Pude pasearme por la aplicación y abrir un perfil, pero mi mayor sorpresa fue encontrar a tanta gente que conozco con usuario activo; fue cuando realmente pude entender que hay mucha gente sola y que está necesitada de amor.
Casados, arrejuntados, en relaciones estables, o como se les quiera llamar Tinder es la manzana de Eva, la tentación hecha App.
No soy de mente cerrada, al contrario, me abro generalmente a reconocer que no basta a veces con lo que tienes, sino que posiblemente quieres más. Pero como todo los límites traspasados, quizás no se puedan retroceder.
La almohada de plumas rota
Es como aquella almohada de plumas que una vez rota y lanzado al aire su contenido, una vez volando, no dejará que rescates todas las plumas que se esparcieron al viento.
Como el agua derramada, que para volver a recogerla siempre dejara gotas sueltas que jamás retornarán a la fuente.
Siempre trato de educarles en cuanto al uso de aplicaciones, la tecnología ha sido un puntal de hermoso desarrollo que a pasos agigantados nos ha permitido mantener el contacto con nuestra familia, amigos y sobre todo conservar nuestro empleo.
Pero cuando vamos a estas aplicaciones, bien sea por soledad o por simple curiosidad de ver cuantas mujeres u hombres estarían dispuestos a entablar una relación a distancia y hasta presencial, porque no se escaparán las citas la cosa cambia.
¿Sabe usted realmente a quién le está hablando?, ¿sabe de su vida sexual?, ¿sabe qué demonios tiene esa persona detrás que le lleva a usar estas aplicaciones para tener una relación con alguien?
No lo sabemos, no sabemos absolutamente nada de quién coloca una foto que puede ser hasta falsa, tengan cuidado, prendan alarmas, traten de conocer gente cercana a sus grupos de amigos, y que sea la última opción el anonimato o las redes.
Hay experiencias buenas, gente que se ha enamorado verdaderamente; y lo considero correr con suerte, recuerden que la gente se vuelve loca y no avisa.
Si sucede con personas que conocemos de toda la vida y que se transforman en medio de la relación, imaginen qué puede suceder con alguien a quien solo tenemos como referente en una foto.
Al final me di de baja, la investigación arrojó muchos match, gente que se encontraba cerca de mí, me llamó la atención que hay muchos jóvenes, profesionales, altos ejecutivos, gente de los medios, amigos muy cercanos y me reía pensando “ ay!!! pero miren quién está aquí” en fin, la realidad de las relaciones amorosas es que la pandemia puede haberlas afectado a tal punto que se busquen opciones de cambio.
No crean todo lo que les ofrezcan, no compartan fotos, desnudos y mucho menos datos que pueden costarles su seguridad y quizás la vida.
El amor siempre llegará, la pandemia debe pasar en algún momento, cuándo, no lo sé, pero traten en lo posible de cuidar lo más preciado que tiene cada ser de este mundo y es la reputación.
Porque puede suceder que no solo los hombres actúen de forma irracional y les dediquen algunas capturas de pantalla en las redes para hacerle mucho daño, también las mujeres saben hacer esas cosas.
Así que a cuidarse de la pandemia por la Covid; y de la pandemia de buscar lo que no se nos ha perdido.
Hasta el próximo jueves mis amores!!!
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