Estudio: Tener un gato podría aumentar el riesgo de esquizofrenia

Revelador estudio sugiere que tener un gato podría aumentar el riesgo de esquizofrenia

Jhoan Melendez
Por Jhoan Melendez 2 Min de Lectura
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Foto: Hola

Una investigación reciente hecha en Australia reveló que tener gato podría duplicar el riesgo de desarrollar esquizofrenia, conclusión a la que llegaron los expertos al analizar 17 estudios publicados en 11 países en los últimos 44 años.

«Nuestros hallazgos respaldan una asociación entre la exposición a gatos y un mayor riesgo de trastornos relacionados con la esquizofrenia ampliamente definidos», escribieron los científicos del caso en un análisis que se publicó en la revista Schizophrenia Bulletin.

«Encontramos que los individuos expuestos a gatos tenían aproximadamente el doble de probabilidades de desarrollar esquizofrenia», añadieron.

La esquizofrenia puede generar síntomas preocupantes. Van desde oír voces hasta problemas para pensar con claridad y relacionarse con otras personas. Tal enfermedad suele mostrarse de forma repentina al cese de la adolescencia. En casos más tardíos, al inicio de la adultez.

EL CAUSANTE, UN PARÁSITO

La teoría de que tener gatos podría significar un mayor riesgo de esquizofrenia data desde hace muchos años. Ello se planteó por primera vez en 1995. En aquel entonces, un estudio sugirió que exponerse al parásito Toxoplasma gondii era el origen de ello.

Se presume que este microscópico ser vivo entra al cuerpo de una persona por medio de la mordida de gato. También por el contacto con sus fluidos corporales o heces. Este puede infiltrarse en el sistema nervioso central e influir en los neurotransmisores, reseñó The New York Post.

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Otros estudios similares arrojaron que el parásito estaba vinculado a los cambios de personalidad. También la aparición de síntomas psicóticos y ciertos trastornos neurológicos, como la esquizofrenia.

Pese a todo ello, los científicos aclararon que es necesaria una mayor investigación antes de dar un resultado final.

«Se necesitan más estudios de alta calidad, basados en muestras grandes y representativas para comprender mejor la tenencia de gatos como factor candidato a modificar el riesgo de trastornos mentales», matizaron.

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