La inteligencia artificial (IA) es un tema que ha estado en boca de todos en los últimos meses, y con razón. Se trata de una herramienta que ha venido a revolucionar la forma en que la humanidad trabaja, aprende, se comunica y obtiene atención médica, entre otros aspectos. No obstante, para muchos, los avances en la IA son aterradores y sus posibilidades son preocupantes.
Uno de los líderes tecnológicos más importantes del mundo, Bill Gates, ha sido un gran defensor de la IA, aunque también es consciente de sus limitaciones. En 2016, Gates se reunió con un equipo de OpenAI para poner a prueba su inteligencia artificial, ChatGPT.
Les pidió que la sometieran a un examen de biología de Colocación Avanzada, tema para el que no la habían entrenado, y quedó impresionado cuando ChatGPT logró responder correctamente.
Pero lo que realmente sorprendió a Gates fue cuando le preguntaron a ChatGPT «qué le diría a un padre con hijo enfermo», y la IA respondió con una reflexión que, según Gates, fue mejor que la mayoría de las personas en la sala hubiesen dado.
Este evento fue lo que convenció a Gates de que la IA cambiaría el mundo y lo llevaría a una transformación en la forma en que las personas trabajan, aprenden, viajan, reciben atención médica y se comunican entre sí.
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Aunque Gates reconoce que la IA aún tiene limitaciones y fallos que deben ser resueltos, cree que esta herramienta no le quitará el trabajo a nadie, pero sí transformará la forma en que se realizan ciertas tareas, como la atención médica y la educación. La IA puede analizar grandes cantidades de datos que son imposibles para el cuerpo médico humano, lo que puede ayudar a detectar enfermedades temprano.
También pronostica que esta tecnología llevará a que las personas cuenten con una especie de asistente personal que revise correos, elimine los no deseados, lea que no es de interés y asista a reuniones.
Sin embargo, Gates también es consciente de que la IA nunca podrá reemplazar completamente a los seres humanos en ciertas tareas, como enseñar, cuidar a pacientes y apoyar a los ancianos.
Además, existe el riesgo de que la IA se salga de control y amenace a la humanidad.
«Esta herramienta es capaz de hacer todo lo que puede hacer un cerebro humano, pero sin límites prácticos en el tamaño de su memoria o la velocidad a la que opera», dijo de acuerdo a lo reseñado en Semana.
Por último, Gates sostuvo que es importante que los gobiernos trabajen con el sector privado para poner límites a esta tecnología, especialmente si se planea utilizar en el terreno armamentista, algo que necesitaría tener un control extremo. “Este es solo el comienzo de lo que la IA puede lograr”, sentenció.
