Hasta cinco días deben esperar tachirenses para surtir el tanque de sus vehículos con gasolina. Así lo corroboró Luis Ayala, un ciudadano de la tercera edad que ve sus días consumidos en esas colas.
Los testimonios reflejan el drama de una calamidad que, lamentablemente, se ha convertido en el día a día de quienes habitamos en esta entidad fronteriza. Estuvimos en una gasolinera donde nos habíamos anotado desde el pasado domingo y pudimos surtir hasta este jueves.
Dijo que se siente triste y lleno de impotencia, pues ha dejado a su esposa y casa a un lado para estar en esta tortura aguantando humillaciones.
«El peor país para vivir una vejez es Venezuela, uno puede tener una jubilación pero igual no se consigue nada, no hay paz, ni hay tranquilidad… Mis amigos están torcidos, enfermos, deprimidos», indicó Ayala con un nudo en la garganta.
Otro ciudadano casi pierde la vida cuando su vehículo presentó un corto circuito y estuvo a punto de incendiarse.
«Tuvimos un percance con la gasolina y el carro se iba incendiando, se quedó sin combustible y por confusión le colocaron fue aceite», relató Denis James mientras remolcaba su carro con un mecate.
Las numeraciones en las colas llegan hasta el número tres mil, el panorama es cada vez más triste, pues ancianos, madres con sus hijos y jóvenes debemos someternos a esta terrible pesadilla que pareciera no tener fin.