“En esta escuela violencia como tal no hay”, opinó el director de una escuela que solicitó a Cecodap apoyo por un hecho “aislado” que consistió en una pelea entre niños que puso a sangrar la nariz de la víctima y que impulsó a su familia a denunciar la agresión.
Sin embrago, nos llamó la atención observar a los niños en los patios, pasillos, canchas con expresiones de violencia que no eran reconocidas como tal; más bien nos comentaban “esas son cosas de muchachos”, “se dan golpes por diversión y demostrar su poder”
Vale la pena ponernos de acuerdo sobre qué entendemos por violencia. Según la Organización Mundial de la Salud, violencia “es el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas posibilidades de crear lesiones, muerte, daño psicológico, trastornos en el desarrollo, o privaciones y atenta contra el derecho a la salud y a la vida de la población.
“Si la miras la ves y si la ves la puedes trabajar”: Rocío Ibáñez
Lo peor que le puede pasar a la sociedad es asumir como normal la violencia y percibirla como un medio válido para conseguir un fin o resolver un problema. Los niños aprenden desde los primeros años que la persona que tiene poder, en el ejercicio de la autoridad y jerarquía y en nombre del amor o del bien común, pueden utilizar la violencia para corregir, educar o gobernar.
Alertas con la violencia
- Es un problema social que puede ocurrir tanto en el ámbito escolar como en otros espacios de convivencia (parques, polideportivos, en la calle, redes sociales)
- No se pueden ni deben banalizar los efectos de la violencia. Es una vulneración de los derechos humanos de la o las víctimas, genera daños psicológicos. Además del daño físico o del riesgo de sufrirlo, se basa en el abuso de poder
- Se da en todas los estratos sociales. Se asume como una estrategia de control, corrección y dominio
- Utiliza el miedo y la intimidación como recursos de control. Se vale de amenazas, chantajes para someter a los más vulnerables
- Se disfraza de chistes, bromas, burlas para humillar, discriminar, excluir
- Se asume culturalmente para discriminar a quienes perciben como diferentes por su orientación sexual, creencias políticas, religiosas, procedencia, características o condición física o psicológica.
Crianza sin violencia
Desde Cecodap hemos insistido, por más de 34 años, en la necesidad de cultivar una crianza y educación sin violencia. Nos hemos esforzado en desarrollar y poner en práctica estrategias y recursos para la formación y participación de niños, niñas, adolescentes, familias y educadores promotores del buen trato. Hemos insistido en que ser pacífico no es lo mismo que ser pasivo, que los conflictos están presentes porque somos diversos y debemos buscar alternativas no violentas para solucionarlos, que la estrategia más eficaz es la del ejemplo, que los climas de convivencia se construyen dándole vida a la empatía, el respeto, la compasión y la solidaridad en la casa, escuela y comunidad.
¡Hasta la próxima resonancia!