En el año 2017, el cielo de Japón se iluminó con una misteriosa bola de fuego que cruzó y cayó en la ciudad de Kioto.
Ya es normal para los nipones padecer el enviste del medio ambiente, lo que ocasiona toda clase de tragedias, pero esto fue lo más destacado en los últimos años, y que inició la búsqueda de las causas de este suceso científico.
La Universidad de Osaka demostró que la bola de fuego, pertenecía a un meteorito de dos kilómetros, del cual una pequeña parte se desprendió y cayó a la tierra.
Según el investigador Toshihiro Kasuga, ese meteorito podría poner la vida del planeta en riesgo en los próximos 10 millones de años, reseñó FayerWayer.
El equipo de investigación de Osaka, lo nombró "2003 YT1", y tienen la seguridad de que forma parte de varios escombros espaciales.