La adolescencia, más que nunca, sabe al riesgo que se expone. El coronavirus no es un juego y es un serio factor de riesgo para ellos/as. El virus tiene la potestad de hacerse presente y de forma imperativa y sin la certeza que el cuerpo pueda generar suficientes anticuerpos.
Los jóvenes confían en sí mismos, de tal manera, que se refugian ¡en el grupo! para esas iniciaciones, las sexuales y otras (consumos, aventuras, transgresiones). En busca de aliviar la angustia de la cuarentena, más los cambios de la pubertad, han tenido que buscar la manera de satisfacer sus caprichos con más precauciones de las que, normalmente, estaban acostumbrados..
Claves para protegerse del coronavirus en la adolescencia
Está prácticamente comprobado que no todos los jóvenes se toman a la ligera cada una de las medidas de protección: algunos las respetan hasta mejor que un adulto. Con toda probabilidad, quienes menos apoyo hallan en sus grupos, en persona -lo prohibido- como en Whatsapp para salir de dudas, sobre cómo abordar la nueva realidad que les acosa, les hace ser precavidos tanto consigo mismos como con su gente más cercana.
¿Cómo animan a su mundo a protegerse del COVID-19?
En primera instancia, emiten un mensaje que parte de que es más importante muscular el cuerpo, pero muchos lo lanzan al olvido y aumentan el riesgo vital.
No menos importante para ellos, escuchan atentamente a quienes les hace suponer son sus influencers. Por eso, los mensajes preventivos que éstos publican, los toman en cuenta y remiten el mensaje a sus allegados.
En tercer lugar, acuden a las sanciones y la vigilancia aplicándola a propios y extraños.