Una mujer de Australia decidió poner a la venta su esposo a un precio de 111 dólares después de que éste le dañara una prenda de vestir.
El hombre quiso tener un buen detalle al lavar la ropa de su mujer. Sin embargo, todo le salió mal y terminó encogiendo los pantalones de su esposa.
Además, no eran pantalones cualquieras, sino de la marca Spell and the Gypsy Collective, que ya no se encuentran en ninguna tienda, reseñó fayerwayer.
Como era de esperar, nadie ofertó por el esposo, pero si hubo muchas mujeres que contaron sus experiencias similares con sus respectivas parejas.
Creo que como broma es bastante buena, pues demuestra que se toma el accidente con humor, y se ve que la vergüenza misma es castigo suficiente para él.