La salsa boloñesa es de las recetas más populares, sencillas y ¡deliciosas!. Sin embargo, requiere de una forma de cocinar específica. Conoce las claves para que te chupes los dedos con el resultado de tu creación:
Ingredientes
Un buen ingrediente no necesita mucho para ser un éxito. La salsa boloñesa requiere una carne tan magra como sea posible, un caldo concentrado, unos tomates bien rojos y, si te apetece, darle un plus con una porción al gusto de vino.
La carne
Aunque sea algo complicado hoy en día, contar con una pieza fresca no bastará. Pide que la preparen en trozos no tan pequeños para disfrutar de su presencia en la salsa. ¿Ya te dio apetito?
El tiempo de cocción
La salsa boloñesa, sí o sí, requiere de una cocción lenta. Recuerda que “del apuro queda el cansancio”. Cocinarla a fuego lento, hará que tanto la carne como el tomate y las verduras -al gusto- queden “en su punto”.
El tiempo de reposo
Al igual que ocurre con estofados, las legumbres y muchos platos guisados en general, el reposo les cae como anillo al dedo. Los sabores de cada uno de los ingredientes se tornan más punzantes y se mezclan entre sí, generando satisfacciones al paladar. Siempre que puedas, prepara la salsa boloñesa el día anterior a ser servida. Notarás la diferencia.