Los restos del Rey Pelé descansan en un lujoso cementerio vertical ubicado a unos 700 metros del estadio Vila Belmiro. Para el brasileño estar cerca del estadio de Santos era muy especial, ya que en dicho equipo jugó más de 200 partidos.
El exfutbolista adquirió hace dos décadas un nicho en el Memorial Necrópolis Ecuménica. Se trata de un cementerio que se eleva en una torre similar en apariencia a un edificio residencial y que ostenta un récord Guinness que lo reconoce como el cementerio más alto del mundo.
La torre del cementerio se eleva junto a un cerro lleno de vegetación de bosque atlántico y, desde sus pisos superiores, se puede divisar el cercano estadio Vila Belmiro, propiedad del club Santos, informó la agencia EFE.
El ataúd de Pelé está en un mausoleo personalizado ubicado en la primera planta del cementerio. Autoridades brasileñas prevén que en un futuro el espacio sea abierto a visitas.
A la entrada de este espacio hay dos estatuas doradas de Pelé, idénticas, en las que aparece vestido de corto, de brazos cruzados, sonriente y con la pierna derecha sobre una pelota. En el techo está pintado el cielo, mientras que las paredes del salón simulan las tribunas del estadio del Santos. En el centro aparece el féretro, con rebordes dorados, tal como su trayectoria, sobre césped sintético.
El propio, Pelé explicó los motivos que lo llevaron a adquirir nichos en ese cementerio, donde también han sido sepultados su padre, Joao Ramos do Nascimento ‘Dondinho’ y su hermano Jair.
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Pelé era amigo personal del dueño, ahora fallecido, el argentino Pepe Altstut, y contó en aquella ocasión que el lugar le transmitía «paz espiritual y tranquilidad», valorando además que no se parece a un cementerio».
