Bethoven, un perro de tres años, y su dueño, Jesús Rivas Oropeza, un migrante venezolano de 26 años, llevan 150 días viajando juntos por seis países. Actualmente se encuentran en México, pero su objetivo es llegar a Georgia, Estados Unidos, donde vive un tío del joven.
El viaje ha sido difícil para ambos. Han caminado mucho, han tomado aventones y han viajado en furgonetas. En Panamá, incluso caminaron cerca de 200 kilómetros.
Bethoven, un perro de tres años, y su dueño, Jesús Rivas Oropeza, un migrante venezolano de 26 años, llevan 150 días viajando juntos por seis países. Actualmente se encuentran en México, pero su objetivo es llegar a Georgia, Estados Unidos, donde vive un tío del joven.
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— Caraota Digital (@CaraotaDigital) August 29, 2023
En el camino, Jesús ha tenido que vender cigarros para conseguir dinero para la comida y el alojamiento. También ha tenido que lidiar con la falta de oportunidades laborales y la violencia en Venezuela, que lo obligaron a emigrar.
Pero Bethoven ha sido una compañía invaluable para Jesús. El perro es cariñoso y juguetón, y siempre está ahí para él, reseñó el medio Ahora Tabasco Noticias.
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En Juchitán, Oaxaca, Jesús y Bethoven esperan poder conseguir un aventón para llegar a la capital del estado. Las líneas de transporte se niegan a abordarlos porque es un perro grande.
Mientras tanto, Jesús recorre las calles de Juchitán en busca de ayuda.
Bethoven no solo le ha dado aliento de seguir a su humano, sino también a otros migrantes. Las personas cuando lo ven, se olvidan por un momento de su viacrucis y lo abrazan y juegan con él.
El joven dice que espera llegar a los Estados Unidos y que lo dejen pasar con su fiel amigo. De lo contrario, se devolverá a su país.
