La reina Margarita II abdicó al trono de Dinamarca este domingo 14 de enero, por lo que su hijo mayor, el príncipe Federico ascendió como rey tras 52 años donde su madre gobernó en la nación europea.
Cabe mencionar que la abdicación de Margarita II causó asombró. Esto se debe a que desde se convirtió en monarquía hereditaria en 1660, ningún rey del país nórdico lo había hecho. El último precedente se remonta a 1146. En ese entonces, Erico III abandonó el trono para un retiro en un monasterio.
Pese a lo sorprendente de la decisión de la reina, anunciada en su discurso habitual de fin de año, esta contó con un respaldo unánime.
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El protocolo de la ceremonia de abdicación fue el mismo que se siguió durante cuatro sucesiones previas desde el cambio a monarquía constitucional. No obstante, cabe mencionar que dos de ellas se movieron al palaciego de Amalienborg, debido a que Christiansborg se restauraba por un incendio.
🇩🇰 | AHORA: Este era el momento en el que Margarita II firmaba su abdicación en favor del ya rey Federico X.
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— Alerta News 24 (@AlertaNews24) January 14, 2024
A las 2:00 pm hora local, se celebró un consejo de Estado. En él Margarita II firmó su declaración de abdicación. Una vez se hizo efectiva, el cambio de trono se consumó instantáneamente. No obstante, la proclamación como tal no se produjo hasta las 3:00 pm.
Después de esto y de las palabras de la primera ministra Mete Frederiksen, Federico X pronuncia un discurso corto. Luego, se lanzaron tres rondas de 27 salvas desde una fortaleza militar. Además de esto, otros actos se llevan a cabo, reseñó Milenio.
¿POR QUÉ ABDICÓ MARGARITA II?
La única mujer al frente de una monarquía explicó que tras la operación de espalda a la que se sometió en febrero pasado, empezó a pensar si era el momento adecuado para darle paso a una nueva generación.
Margarita II siempre reiteraba que no tenía pensado abandonar el trono y que la condición de reina era «un deber de por vida». Sin embargo, comentó que debido al “desgaste” y a que “ya no puede con lo que podía antes” decidió tomar la decisión.
Vale recordar que tanto en Dinamarca como en las otras monarquías nórdicas no hay tradición de abdicar, y lo habitual es que los monarcas agoten su mandato hasta la muerte.
