El entrenador chileno, Javier Roca, relató desgarradores detalles de la tragedia que se registró tras un partido de fútbol en Indonesia en la que al menos 125 personas murieron.
El estratega del club indonesio Arema contó que hubo aficionados que murieron en los brazos de los propios jugadores.
Durante una entrevista a Cadena Ser, Roca indicó que se fue al vestuario tras el partido y algunos jugadores se quedaron en el campo. "Al volver de la conferencia de prensa me encuentro con el caos dentro del estadio, donde los muchachos pasaban con víctimas en brazos. Había mucha gente también en la grada con problemas de respiración por culpa de las bombas lacrimógenas", dijo.
BREAKING: At least 127 people killed, 180 injured in riot at football stadium in Indonesia, police say pic.twitter.com/WmuI67yJoi
— BNO News (@BNONews) October 1, 2022
"Lo más terrible fue cuando ya empezaron a entrar las víctimas al vestuario para ser atendidas. Tuvimos cerca de 20, 25 personas y fallecieron cuatro", lamentó.
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"Estoy destrozado mentalmente. Siento una carga muy fuerte, incluso responsabilidad. Los resultados mandan y determinan lo que pasa al acabar. Si hubiésemos empatado, esto no hubiese pasado", lamentó Roca.
De igual forma, considera que la policía se extralimitó. No obstante, confiesa que no estaba en el campo y no vio lo que realmente ocurrió.
"No hay ningún resultado, en ningún partido, por muy importante que sea, que merezca la pena por una vida. El enfrentamiento ha sido con la policía. El estadio no estaba preparado para este caos. Había 48.000 personas y empezó a haber avalanchas. A lo mejor se podría haber reducido el aforo, pero uno nunca piensa que va a ir a un partido de fútbol y van a morir casi 200 personas", apuntó.
Destacó que todos los servicios sanitarios estaban colapsados. "Es un estadio retirado del centro de la ciudad y las ambulancias tardaron en llegar. La ciudad es pequeña y no tiene capacidad para que de un momento a otro se necesiten 100 o 200 ambulancias", reseñó Infobae.
OTROS TESTIMONIOS
Riyan Dwi Cahyono, quien es un joven sobreviviente de 22 años, comentó que él estaba a punto de saltar al terreno de juego ya que el objetivo era protestar para que Arema FC "pueda ser aún mejor en el futuro”.
Sin embargo, sostuvo que en ese momento comenzaron los gases. “Estaba indefenso. De hecho, mi amiga que estaba conmigo de Blitar estaba desaparecida y no sabía su estado actual hasta hace un momento".
“Estamos decepcionados con el trato de los agentes de seguridad. También fuimos golpeados, pateados por los agentes, hasta que nuestros amigos perdieron la vida”, acotó.
Por su parte, Firari Vilallah, de 22 años, también logró salir con vida del estadio junto a su hermano menor. “Había gases lacrimógenos por todas partes, por lo que los simpatizantes lograron escapar presas del pánico. Y la gente se empujaba entre sí hasta el punto en que muchos no podían moverse”, dijo.
La violencia se desató en el estadio cuando aficionados del equipo local Arema saltaron al césped del estadio de Kanjuruhan, después de la derrota de su equipo por 3-2 contra el Persebaya Surabaya.
Ante los ataques por parte de los aficionados, la policía respondió con golpes y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud. No obstante, esto ocasionó avalanchas de personas con un final trágico.