Las autoridades desarticularon una mafia rumana que prostituía a más de 10 mujeres en la provincia de Valencia, España, y revelaron detalles sobre las graves condiciones en las que se encontraban las víctimas.
La Policía Nacional informó sobre este operativo en el que capturaron a nueve personas. Los sospechosos están acusados de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y matrimonio forzado, pertenencia a organización criminal, amenazas y hurto.
Esta operación fue denominada Barraca y contó con la colaboración de las autoridades rumanas y españolas. Los investigadores determinaron que la mafia usó el modus operandi del love boy, común en casos de trata de personas.
Cómplices de la mafia buscaban en aplicaciones de citas a mujeres rumanas, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad. Bajo la promesa de un falso enamoramiento y una supuesta mejora de las condiciones de vida, las persuadían para dejar su país.
«PALIZAS» DE LA MAFIA
Cuando las mujeres caían en el engaño, la mafia las obligaban a prostituirse en las calles de Valencia. Además, las víctimas eran sometidas a severos abusos, como humillaciones y «palizas brutales».
Bajo amenaza, la mafia le exigía a las mujeres entre 300 y 400 dólares diarios. En caso contrario, les rapaban la cabeza y las obligaban a dormir en el suelo, debajo de la cama del proxeneta, o desnudas en el balcón en pleno invierno.
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Por su parte, la mafia compraba inmuebles y vehículos de alta gama para blanquear los beneficios de la explotación sexual. Una vez vendían los bienes, enviaban a Rumanía el dinero por transferencias o agentes.
Las autoridades rescataron a 14 víctimas de explotación sexual en Rumanía y España. Además, tres de los detenidos fueron enviados a prisión de forma preventiva.
