Un cerco de navajas, la nueva y mortal barrera para los migrantes

Un cerco de navajas, la nueva y mortal barrera para los migrantes en el río Bravo

Luis Alfredo Ledezma
Por Luis Alfredo Ledezma 2 Min de Lectura
2 Min de Lectura
Un cerco de navajas, esa es la nueva y mortal barrera para los migrantes en el río Bravo, que divide a México de Estados Unidos.  
Archivo

Un cerco de navajas, esa es la nueva y mortal barrera para los migrantes en el río Bravo, que divide a México de Estados Unidos.  

De acuerdo con lo reseñado por la agencia de noticias EFE, el Gobierno de Texas se niega a quitar esta peligrosísima barrera para quienes intenta llegar a suelo estadounidense.  

LEA TAMBIÉN: «NO ACEPTAREMOS AUTOBUSES LLENOS DE MIGRANTES«: LOCALIDAD DE COLORADO AFIRMÓ ESTATUS COMO CIUDAD NO SANTUARIO

El cerco, hecho con alambre de púas y navajas, mide al menos tres metros de altura. Y, pese a las advertencias sobre su peligrosidad, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, rechaza quitarlo. Incluso, pasando por encima de una orden de la Suprema Corte de Estados Unidos de enero. 

Por su parte, el Gobierno de México denunció que el cerco aumenta el riesgo de que migrantes se lastimen o mueran al cruzar. Tal y como ocurrió el 14 de enero con una mujer mexicana y sus dos hijos, quienes se ahogaron en Piedras Negras. 

Según últimos reportes, con la crecida del Bravo, el espacio de tierra entre el río y la alambrada de navajas se redujo a menos de un metro. 

SE ATREVEN A CRUZAR  

Pese al peligro, son muchos los migrantes que se arriesgan a cruzar el río. Incluso, teniendo pleno conocimiento que, además de las corrientes de las aguas, hay otras barreras. Unos obstáculos, que representan un verdadero peligro para sus vidas.  

Es el caso de Wendy, una migrante venezolana, quien a pesar del peligro ya había decidido cruzar. Indicó, entre llanto, que el mayor miedo no proviene de esa última barrera. 

“Tengo miedo de que, uno se arriesga a pasar todo esto y que no lo acepten a uno y que lo devuelvan a uno”, expresó. “Con tantas cosas que hemos pasado en Venezuela, pasamos la selva del Darién, el camino es más peligroso”, añadió. 

Compartir este artículo